Miopía periodística

Carta a los señores de La República

“El periodismo, según como se ejerza, puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios” - Luis Miró Quesada

Hemos leído con atención la nota sobre nuestro blog publicada en el último suplemento "DOMINGO", que acompañamos en esta publicación.
Al respecto, algunas consideraciones:
  1. Se refieren a los documentos presentados en nuestro informe “La vulneración de los derechos básicos de Luis Valdez Villacorta” como "supuestos".

  2. Invitamos nuevamente a los periodistas de “La República” a que revisen y cotejen –sin temor a encontrar la verdad- los documentos oficiales presentados, tales como: Certificado Médico Legal de Ministerio Público, Notas de Evolución del Hospital de Essalud de Ucayali, Diagnóstico de Junta Médica y fedatario del Hospital de Essalud, Kardex de enfermería 1, 2, 3, 4; documentos que en todos los casos están firmados y sellados por autoridades y juntas médicas tanto de Lima como de Pucallpa, y que revelan el real estado de salud del procesado Luis Valdez.

  3. Si todos estos documentos oficiales son calificados como “supuestos”, ¿qué apelativo merecen las notas gaseosas, sin investigación ni asidero que viene publicando La República desde hace algunos años? ¿No está el Sr. Ángel Páez por ahí para darle unas lecciones de investigación a sus practicantes?

  4. Dice “La República” que se busca hacer apología mediática de Valdez. ¿Es apología decir que un hombre de 70 años ha sido internado de emergencia dos veces en menos de tres meses con infartos y anginas de pecho, corroborada por los médicos de Lima y Pucallpa? ¿En algún punto se leen vivas y urras a Valdez? ¿Saben que un procesado no tiene por qué estar preso salvo excepciones que no se cumplen en el caso del Sr. Valdez? ¿No se han preguntado, super periodistas de la investigación, por qué Alberto Quimper está con descanso médico en su casa (habiéndose demostrado pruebas contundentes en su contra) y Valdez -con alto riesgo de crisis cardiaca y sin más pruebas que el cantinflesco peritaje de la Dinandro- tiene que estar encerrado? (Pregúntense más bien el POR QUÉ tiene que estar encerrado revisando los bienes confiscados por la OFECOD, y que ya están siendo saqueados en este momento. Nosotros les haremos la tarea, tendrán un reportaje serio y sin injurias.)

  5. Dice “La República” respecto a nuesto blog: "Es lamentable. El internet sirve para las peores causas". Mientras no existan verdaderos y valerosos periodistas de investigación en “La República” (lo era el Sr. Ángel Páez) subrayaremos la frase: "el periodismo, según como se ejerza, puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios".

  6. Finalmente, le preguntamos al Sr. Ángel Páez: ¿Realmente cree usted en la Dinandro? ¿Cree usted en ese mega-operativo que hizo contra Valdez en octubre del año 2008, llevando incluso dos Antonov a Pucallpa para capturar a un anciano maltrecho? ¿Está interesado en conocer la verdad o en repetir lo que dice una policía antidrogas que tarda 30 años en capturar a un narcotraficante? Revise usted en el youtube el momento en que un periodista le pregunta al general Miguel Hidalgo: “¿A qué cártel pertenecería el Sr. Valdez?” Y el general responde errático y sorprendido ante la pregunta elemental que se olvidó de inventar: “…¿Relacionarlo con algún cartel?... no estamos en condiciones de hacerlo” (¡!) (VER)

  7. ¿Conoce usted algún narcotraficante sin cártel? ¿Qué le parece si entrevista al jefe de la Dirandro ahora y le pregunta si luego de 10 meses ya estableció a qué cártel pertenecía Valdez?

  8. Atento a nuestras próximas entregas durante esta semana, le seguiremos haciendo la tarea al periodismo de investigación peruano. Mientras tanto, le volvemos a preguntar a usted y a la gran audiencia: ¿LE CREE USTED REALMENTE A ESA DINANDRO MANEJADA POR EL GRAN ALVA CASTRO? Lo invitamos a analizar el contexto en que Alva Castro y Alan García necesitaban un golpe de suerte en: “El otro faenón


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La vulneración de los derechos básicos del procesado Luis Valdez Villacorta por parte de la justicia peruana

Abusos y negligencias del Primer Juzgado Supranacional, del Ministerio Publico y la Procuraduría frente al grave cuadro de salud por el que atraviesa este hombre de 70 años.

“Todo poder es una conspiración permanente” - Balzac

Luis Valdez Villacorta es uno de esos procesados a los que nunca se les probó nada, pero que ya ha sido condenado a priori por la fuerza de la opinión pública, por un mega operativo policial con aires de golpe de Estado (los derrapes y volantines de la Dirandro armados hasta los dientes tuvieron un resultado poco espectacular para tamaña producción: la captura de un anciano enfermo y desarmado en su oficina de alcalde, leyendo el periódico como todos los días, enterándose que en Lima el gabinete Del Castillo se hundía en la marea petrolera mientras se activaba el show carcelario de Magaly Medina. Cuando tocaron la puerta con el fusil pensó: “el siguiente soy yo”, e inmediatamente le arrancharon el teléfono cuando intentaba comunicarse con su abogado) y, decíamos, que ha sido condenado también por un periodismo de investigación que en veinte años de persecución sigue hablando en condicional protegiendo a sus auspiciadores y prefiriendo difundir con ventilador al mundo un “sin confirmar” como primicia.

El estigma de este hombre es del tamaño de la cicatriz queloidal que tiene en el torax desde hace 12 años por una operación a pecho abierto, de tal forma que acercarse a un medio de comunicación para opinar es ir al matadero: O es narcotraficante o es el autor intelectual del periodista Alberto Rivera o le ha pagado millones de dólares a las autoridades para borrar todas las pruebas: el estigma es un saco de fuerza del que es imposible escapar. Nadie se ha preguntado hasta ahora qué hay detrás de todo esto, ni siquiera las vacas sagradas del Concejo de la Prensa Peruana ni la Sociedad Interamericana de Prensa (meterse con ellos ya es ponerse la pistola en la cien) y mucho menos los administradores de justicia de marras.

Si luego de leer este informe usted piensa que esta es una campaña de victimización, póngalo en el Foro, no será censurado.

La salud de Valdez Villacorta al momento de su arresto

Documentos oficiales de Essalud y del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público demuestran que la salud del procesado Luis Valdez Villacorta se encuentra gravemente deteriorada y que las recomendaciones de la Junta Médica que vio su caso en el mes de enero del 2009 -cuando fue internado de emergencia para ser sometido a una angioplastia luego de un infarto- son suficientes para que la administración de justicia tome posición sobre el tema.
Desde su detención en el mes de Octubre, Valdez Villacorta de 70 años ha sido hospitalizado en dos ocasiones por serios problemas cardiacos que no son repentinos sino que datan de hace más de un década. Entre una serie de dolencias, su Historia Clínica señala que en el año 1995 Valdez fue sometido a una craneotomía por padecer de un hematoma subdural crónico (antigua acumulación de sangre frecuente en personas de la tercera edad), en 1997 se le dispone un by pass aorto coronario, dos puentes y, por si fuera poco, empieza a sufrir mal de Parkinson. Sumado a ello su situación lo ha llevado a bajar 30 kilos en seis meses y padece actualmente de palpitaciones, polaquiuria (micción frecuente no asociada a un aumento del volumen de orina) y nicturia severa (emisión excesiva de orina durante la noche).

Es en esas condiciones que en el mes de octubre del 2008, el ex alcalde de Coronel Portillo fue detenido y le fue denegada por primera vez la solicitud de variación de detención por la arresto domiciliario o comparecencia restringida. La captura se realizó en medio de un batallón periodístico-policíaco solo comparable al sórdido psicosocial de la persecución de Fujimori a Montesinos en donde las cámaras se mezclaron con los fusiles, y los flashes con el rastrillar de las armas. A partir de ese momento, por razones de lógica tensión emotiva, la salud de Valdez Villacorta cayó en franco deterioro al punto que ha tenido que ser hospitalizado de emergencia hasta en dos ocasiones en lo que va del proceso. El Certificado Médico Legal Nº 010892 del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público consigna que en enero de 2009 fue hospitalizado en la Clínica San Pablo por presentar una arritmia extrasistólica ventricular, motivo por el cual fue sometido a una angioplastia para desbloquear sus arterias coronarias. La intervención le causó un “infarto de cara inferior”, lo cual obligó a los médicos a administrarle la dosis más alta de medicación antitrombótica, según consta en el informe del Dr. Waldo Fernández Durán.

El ensañamiento de la prensa -que por ignorancia le da tratamiento de preso o sentenciado- no se hizo esperar. Las paredes de la San Pablo se remecieron ante el estigma y Valdez fue retornado prematuramente a la enfermería del Penal Castro Castro a dos semanas de su intervención. Pese a la delicada convalecencia de Valdez y a la solicitud de la defensa para variar el mandato de detención por el de arresto domiciliario, las autoridades judiciales a cargo no establecieron -ni por principio de humanidad- una medida que le permita al procesado tener el control médico correspondiente para salvaguardar su salud, y en el mes de marzo Valdez fue trasladado a Pucallpa para asistir al proceso que tiene abierto en esa ciudad, y como era de esperarse, volvió a sufrir una angina de pecho, esta vez acompañada de un cuadro de hipertensión arterial, cardiopatía coronaria e hipertrofia prostática, según consta en la Historia Clínica del 28 de marzo de 2009, día en que fue ingresado de emergencia en el Hospital de Essalud de esa ciudad.

La urgencia de una visión humanitaria en el proceso

Es aquí donde se manifiestan las negligencias más graves por parte de la administración de justicia y la lesión a los derechos fundamentales de un individuo -gravemente enfermo y de 70 años- cuya salud debe ser garantizada en todo momento y cuya libertad ha sido restringida, siendo ésta la pena más severa y afectiva que se le impone a un imputado cuando representa un peligro de fuga o algún hecho que impida el curso normal del proceso, cosa absurda y risible en este caso viendo sus condiciones de salud y el impecable comportamiento procesal que ha tenido Valdez durante todos estos años de persecución.

Su internamiento en el Hospital de Essalud de Pucallpa duró 18 días y la conclusión elaborada por la Junta Médica es categórica y contradictoria al mismo tiempo, por su alarmante pasividad. El informe dictamina: “Paciente coronario crónico con angina inestable (…) en condiciones de ser manejado extrahospitalariamente” y en hoja siguiente detallan todas las recomendaciones que ponen en evidencia la gravedad de su situación: “garantizar un tratamiento establecido y supervisado, equipo médico de emergencia permanente, características adecuadas de habitabilidad (menor a 25º), control cardiovascular por la especialidad de cardiología y transferencia inmediata a centro hospitalario en caso de descompensación”. Preguntamos: ¿Usted dejaría a su padre, madre o hermano que salga del hospital en esas condiciones? Estos eminentes jueces y fiscales parece que sí.

Al día siguiente, de manera inmediata, el médico internista que atendió desde el primer día a Valdez Villacorta, Dr. Angel López Zevallos, advierte la singularidad del informe de la Junta Médica, la cual “concluye que el paciente puede ser manejado extrahospitalariamente en condiciones que sólo pueden cumplirse intrahospitalariamente, lo cual es contradictorio”. Basta el sentido común para comprender que el estado de salud del paciente Valdez requería de un cuidado intrahospitalario que no se llevó a cabo. No sólo ello. Consecuencia del abuso que está cometiendo la justicia, Valdez Villacorta continuó asistiendo a los citatorios según lo demuestran las Notas de Evolución del paciente (08.04.09 y 15.04.09), incluso cuando se advertían síntomas de tensión en él y los médicos habían instruido a los policías sobre los cuidados que se debían tener.

Muestra del trajín que llevó el ex alcalde mientras duró su hospitalización es la impactante cantidad de medicamentos que se le administraron casi de manera simultánea –una o dos veces al día-: Enoxeparina (previene coágulos de sangre dañinos en los vasos sanguíneos), Isorbide (evita ataques de angina de pecho), Carvedilol (previene fallos cardíacos), Atorviastanina (reduce el nivel de colesterol), Clopidrogel (reduce la posibilidad de ataque al corazón o embolia), Omnic (relaja la musculatura de la próstata permitiendo la micción), Sinemet (trata el mal de Parkinson), Alprazolam (trata los trasntornos de ansiedad y ataques de pánico) y finalmente Dormex (tranquilizante). (Ver Kardex de enfermería 1, 2, 3, 4). Hoy, Valdez Villacorta se mantiene tomando de diez a doce medicamentos al día y como es lógico, olvida o confunde los medicamentos porque él es su propio enfermero, nadie lo asiste en prisión. Está recluido en una celda de 2 x 2, sin atención médica ni equipo de resucitación adecuado. En caso sufriera una descompensación cardiaca necesitaría de ayuda médica inmediata antes del colapso de su sistema cardiaco.Este informe demuestra el ensañamiento contra un procesado que corre de muerte y que está sujeto a una irregular administración de justicia que conociendo su avanzada edad y enfermedades preexistentes, es obtusa y vulnera sus derechos básicos a la salud y prevención de la misma. ¿Qué consideraciones humanitarias o –para no ser muy optimistas-, que consideraciones mínimas tomarán el Juez Omar Pimental, el Fiscal Jorge Chavez Cotrina y la Procuradora Sonia Medina? ¿Para ellos es normal restringir de su libertad a un hombre cuyo riesgo de fuga es irrisorio y por el contrario, su riesgo de muerte más plausible cada día? Es la Corte Superior quien debe sentar un ejemplo y enmendar el proceder del juzgado en un caso que se ha convertido en una demanda del derecho a la vida, a la salud y a la buena reputación.




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La justicia del estigma

Informe para ser leído con los ojos bien abiertos

“Las injurias son las razones de los que tienen culpa” - Rousseau

La verdad es una sola y está allí para los que tienen voluntad de descubrirla. Y la verdad de las mentiras no está en ningún lado, se crea para ocultar la verdad genuina. La medida de detención contra Luis Valdez Villacorta es un arma de dos cañones: Estigmatiza al individuo corrompiendo su imagen y al mismo tiempo dificulta la visión de la verdad. El encierro de Valdez significa el cierre automático de la cervecería local que osó desafiar al monopolio cervecero de la amazonía peruana y que capturó el 30% de participación de mercado y el cierre de la transformadora y exportadora número 1 de triplay en el Perú. Saque usted sus propias conclusiones de por qué Luis Valdez Villacorta tiene que esperar sentencia –aún cuando su estado de salud es grave- encerrado en prisión. Periodistas de investigación, gente de leyes, autoridades independientes: la mesa está servida.


Existen dos verdades igual de contundentes: 1) A Luis Valdez Villacorta nada, absolutamente nada, se le ha demostrado, y 2) Valdez está gravemente enfermo y su salud es cada vez más precaria. Este es el caso de un hombre estigmatizado, marcado. Y esa marca llega a su familia y a sus allegados y a las miles de familias humildes que trabajan en sus empresas. Nadie quiere identificarse con él: ni organizaciones de derechos humanos de los procesados o reos, ni la Iglesia Católica, ni la Defensoría del Pueblo, ni ningún periodista de investigación limeño con llegada nacional. Sin embargo, estas líneas no son para la conmiseración o simpatía. Simplemente tratan de llamar la atención sobre la verdad que hay detrás del estigma y cuál es el asidero y las motivaciones que hay sobre el deterioro de su imagen. Tampoco tratan de convencer a nadie sobre la verdad o falsedad de las imputaciones que se le hacen; lo único que pretende es formular algunas preguntas razonables ante acusaciones poco lógicas que pretenden hacer creer que Valdez necesita estar encerrado para que el proceso transcurra con normalidad.


El mandato de detención: La medida más severa para un procesado
Valdez Villacorta no ha sido sentenciado y no se le ha declarado culpable de ningún delito; pero tiene ante la prensa, el Ministerio Publico y los jueces que lo juzgan la calidad de REO CONDENADO. Según el propio expediente, Valdez se encuentra en calidad de PROCESADO, sin embargo ha sido privado de su libertad. Pero a nadie se le priva de la libertad así no más; es una excepción que sólo se aplica a los imputados de los que se sospecha peligro de fuga u obstaculización del proceso, motivo por el cual son resguardados para garantizar su presencia en el juicio.

Dentro de las medidas cautelares personales que fija el ordenamiento jurídico procesal peruano, el mandato de detención es la medida más severa que se le puede imponer a un imputado, pues restringe su libertad al ser internado en un establecimiento penitenciario, con toda la secuela que ello implica (afectación psicológica, económica y social, tanto a nivel personal como familiar). Pero es una forma de asegurar que el procesado esté presente en el juicio, evitar que fugue u obstaculice las investigaciones.

Al respecto, nuestro Tribunal Constitucional reconoce el carácter excepcional del mandato de detención:

“(…) por el hecho de tratarse de una medida que restringe la libertad locomotora dictada pese a que, mientras no exista sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma su inocencia; cualquier restricción susceptible debe de dictarse solo en circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general. Es el propósito del artículo 9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, según el cual “la prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas NO debe ser la regla general” (Sentencia del Tribunal Constitucional. Exp. N° 1091-2002-HC/TC, Caso Silva Checa)

Por tanto, la privación de la libertad ambulatoria es la excepción y no la regla, intenta asegurar la presencia del procesado y de ninguna manera debería significar un adelanto de opinión o juicio de valor del juez sobre su culpabilidad, toda vez que “el proceso no es otra cosa que un método de determinación de hechos y responsabilidades y para la consecución de este fin ha de permanecer en la más absoluta neutralidad; toda perversión de esta finalidad conduce o puede conducir a determinaciones y a declaraciones no ajustadas a la realidad.” (Asencio Mellado, 2005)

Abuso y lógica de la Dirandro, del Ministerio Publico y del Primer Juzgado Supranacional
¿Debe variarse la medida de detención a Luis Valdez por la de comparecencia restringida o arresto domiciliario? Antes de responder esta simple pregunta, analicemos los elementos que esgrime el Poder Judicial para mantener a Valdez tras las rejas.

a. Nota de información N° 027-10.2008-DIRANDRO-PNP/OFINT-GIR-HCO del 5 de octubre de 2008. Señala que Luis Valdez Villacorta planearía escapar del país por la frontera con Brasil. Asimismo, señala que ante una posible detención en su contra, ya habría planeado la realización de marchas de protesta en contra de su detención, para hacerla ver como una cuestión política.

Preguntas lógicas:

  1. ¿Sabe la Fiscalía y la DIRANDRO desde hace cuánto tiempo es perseguido y calumniado Luis Valdez? ¿Sabe que desde la primera vez que fue implicado en un hecho delictivo -del cual finalmente no se probó nada y fue absuelto- jamás intentó una fuga, pues no tenía nada que temer y estaba confiado en demostrar su inocencia?

  2. ¿Por qué la policía antidrogas luego de tantos ires y venires recién se da cuenta que Valdez es un “gran” narcotraficante? ¿Tantos años tarda la policía antidrogas del Perú identificar a un “capo de la mafia”? ¿Quiere decir que Valdez ha venido sobornando a gobierno tras gobierno para seguir operando en el oriente peruano? ¿Velasco, Belaunde, Morales Bermudez, Alan, Fujimori, Toledo y Alan de nuevo, fueron sobornados por Valdez?

  3. ¿Acaso los verdaderos culpables no confiesan con su propia fuga? ¿Alguna vez Valdez huyó de la justicia o de sus detractores?

  4. ¿Acaso Valdez no se quedó en su tierra durante la época más feroz del terrorismo y continuó generando empleo para muchas personas de bajos recursos? (Ver cómo Valdez Villacorta surgió como empresario de éxito) ¿Cómo alguien que no huyó del país durante el primer gobierno de Alan García va a huir ahora que el PBI del Perú alcanza récords históricos?

  5. Y en el supuesto que quisiera huir: ¿A dónde va a huir Valdez Villacorta con la salud que tiene? ¿Al Hospital de Essalud de Pucallpa? ¿A la Clínica San Pablo? (Ver “La vulneración de los derechos básicos del procesado Luis Valdez Villacorta por parte de la justicia peruana”)

  6. Y en el supuesto que sea un criminal: ¿Acaso no sería el primer “capo” de la historia en esperar a la policía sentado en su despacho de alcalde? ¿Qué criminal espera a la policía tan tranquilo o, dicho de otra manera, qué criminal no prepara diversos escenarios de fuga? Basta ver en youtube las imágenes de su detención: es un abuelito que se da con la sorpresa de su vida al ver que lo están deteniendo, sin saber claramente por qué.

  7. Sobre las marchas de protesta: ¿No es acaso lógico que ante un acto tan arbitrario como la detención de una persona tan connotada, sus correligionarios organizaran marchas y protestas contra dicha detención? ¿Es posible que alguien que sabe que va a ser detenido organice un conjunto de marchas y protestas contra su inminente detención? ¿La inteligencia policial olvida que Valdez Villacorta fue elegido dos veces consecutivas como alcalde de Coronel Portillo (Pucallpa) con las votaciones más altas del oriente peruano? ¿Cree que carece de una organización o simpatizantes que no harían nada por su líder?


b. Nota de inteligencia N° 05-09-2008-DIRANDRO-OFINT del 07 de octubre de 2008. Al saber que la investigación policial estaría llegando a su fin y ante la eminente emisión de un atestado, Luis Valdez y todos los procesados de su entorno estarían “agenciándose” documentos migratorios para fugar del país.

Preguntas lógicas:

  1. ¿Un empresario que tiene un record migratorio como el de Valdez Villacorta, que ha viajado por diversos países del mundo, tales como China, Italia, España, Estados Unidos, entro otros. , necesita “agenciarse” de un documento migratorio?

  2. ¿Por qué una persona que tiene sus documentos migratorios expeditos y gran capacidad de movilización, permanece en su residencia todo el tiempo que duran las investigaciones?

  3. ¿Acaso no ha colaborado activamente cada vez que ha sido investigado? ¿Su comportamiento procesal no demuestra que jamás ha deseado sustraerse de la acción penal y por el contrario ha asistido a las audiencias a costa de su salud?

¿Qué peligro procesal presenta este hombre de 70 años, de salud quebrantada y comportamiento procesal intachable? Ninguno. Las notas de Inteligencia de la DIRANDRO son más especulativas que “inteligentes”, sustraídas de una imaginación sin análisis lógico y con mucho afán sensacionalista, conservando el mismo estilo de la captura mediática ocurrida en octubre del año pasado.

Asimismo invitamos a nuestros lectores que se hagan a si mismos las siguientes preguntas: ¿Por qué Valdez está encerrado en la cárcel, en medio de un proceso judicial lleno de vicios, que no tiene cuándo terminar?, ¿a quién le conviene que este señor salga de circulación y por qué?, ¿por qué las autoridades aplican un rasero con una persona que no representa ningún riesgo procesal ni tiene ninguna capacidad ni posibilidad de huir?

Han pasado ocho meses y la situación del procesado Luis Valdez Villacorta no es la misma. Las condiciones de salud que enfrenta en el Penal Castro Castro incrementan el riesgo de nuevas crisis cardiacas, por no mencionar sus males renales y prostáticos. Es indispensable que los vocales a cargo tengan urgentemente una visión humanitaria y que varíen la detención de Luis Valdez Villacorta por la de arresto domiciliario, antes de que sea demasiado tarde.




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