
Penal Castro Castro no cuenta con las condiciones mínimas para atender una crisis cardiaca. Ver Anexo
Poder Judicial sería directamente responsable en caso Valdez Villacorta pierda la vida.
Luis Valdez Villacorta, el conocido empresario pucallpino hoy recluido en prisión, sufre una serie de dolencias que mantienen en riesgo su vida si no es inmediatamente trasladado a un centro de salud con atención médica especializada.
“El ex burgomaestre tiene graves problemas del corazón desde ya hace varios años, y en distintos momentos ha requerido hospitalización. Estos son los mismos problemas que han originado que los injustos procesos que enfrenta, se vean interrumpidos debido a sus cuadros de descompensación cardiaca, tal como ha sido debidamente certificado por el representante del Instituto de Medicina Legal” informó su abogado, Alex Ganoza.
El letrado recordó que los magistrados que ven los casos que enfrenta Valdez Villacorta, se han visto obligados a suspender las diligencias judiciales en diversas oportunidades, por el delicado estado de salud del ex burgomaestre. Ganoza recordó, a manera de ejemplo, que solo este año se suspendieron las audiencias del 18 de enero, 13 de julio, 7 de agosto y 30 de octubre al presentar Valdez severos cuadros de arritmia que hicieron suponer la inminencia de un paro cardiorespiratorio. “Sus problemas no son nuevos; ya fueron reportados al Poder Judicial hace varios años, pero se han agravado en los últimos meses” explicó Ganoza, al tiempo de subrayar que según los informes médicos independientes presentados ante la justicia, Valdez no solo presenta problemas de afección al corazón, sino que el deterioro de su salud también se debe al mal de Parkinson y a alteraciones de la presión arterial.
“No es en vano que la junta médica especializada ha recomendado en más de una oportunidad su traslado a una clínica u hospital. Ningún centro penitenciario puede atender exitosamente una crisis cardiaca, ni garantizar un traslado de emergencia”, afirmó Ganoza.
En el proceso penal existen medios probatorios médicos que establecen certeramente la enfermedad que padece Luis Valdez Villacorta.
- Certificado Médico del Colegio Médico del Perú que certifica la operación de cerebro (craneotomía) a la que fue sometida Luis Valdez en el año 2005.
- El Informe Médico de fecha 28 de marzo del 2009 emitido por el médico cardiólogo tratante Waldo Fernández Duran.
- El Informe Médico emitido por el cardiólogo de la PNP, Dr. Humberto Cueto Bambarén del 18 de febrero del 2009.
- La Historia Clínica de Luis Valdez Villacorta emitida por la Clínica San Pablo hasta el 2 de marzo del 2009.
- El Kardex de Enfermería de Essalud durante su internamiento en el año 2009, que manifiesta la cantidad de pastillas que tomaba el señor Valdez para afrontar su mail.
Todos estos medios probatorios médicos establecen certeramente que Luis Valdez Villacorta presenta el siguiente cuadro:
- Cardiopatía hipertensiva y coronaria, con evidencias de disfunción segmentaria del ventrículo izquierdo con isquemia miocárdica.
- Arritmia cardiaca extrasistólica supraventricular y ventricular de alta densidad que implica un definido riesgo potencialmente amenazante para su vida.
- Portador de bypass coronario.
- Mal de Parkinson.
Desde su detención en el mes de Octubre, Valdez Villacorta de 71 años ha sido hospitalizado en dos ocasiones por serios problemas cardiacos que no son repentinos sino que datan de hace más de un década. Entre una serie de dolencias, el Certificado Médico Legal Nº 010892 del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público (Ver anexo) señala que en el año 1995 Valdez fue sometido a una craneotomía por padecer de un hematoma subdural crónico (antigua acumulación de sangre frecuente en personas de la tercera edad) (Ver anexo), en 1997 se le dispone un by pass aorto coronario, dos puentes y, por si fuera poco, empieza a sufrir mal de Parkinson. Sumado a ello su situación lo ha llevado a bajar 30 kilos en seis meses y padece actualmente de palpitaciones, polaquiuria (micción frecuente no asociada a un aumento del volumen de orina) y nicturia severa (emisión excesiva de orina durante la noche). (Ver anexo)
Es en esas condiciones que en el mes de octubre del 2008, el ex alcalde de Coronel Portillo fue detenido y le fue denegada por primera vez la solicitud de variación de detención por la arresto domiciliario o comparecencia restringida, aún cuando delincuentes comprobados como Alberto Quimper o José Francisco Crousillat gozan de dichas prerrogativas.
EN 12 MESES DE CAUTIVERIO NI LA POLICÍA NI LA JUSTICIA HA PODIDO ESTABLECER NINGUNA IRREGULARIDAD EN LAS EMPRESAS DE VALDEZ VILLACORTA y HA QUEDADO CLARO TAMBIÉN QUE NO TIENE ABSOLUTAMENTE NADA QUE VER CON LA MUERTE DEL PERIODISTA ALBERTO RIVERA. |
A partir de ese momento, por razones de lógica tensión emotiva, la salud de Valdez Villacorta cayó en franco deterioro al punto que ha tenido que ser hospitalizado de emergencia hasta en dos ocasiones en lo que va del proceso. En noviembre del 2008 su situación cardiaca era complicada (Ver anexo, Informe Hotler). En enero de 2009 fue hospitalizado en la Clínica San Pablo por presentar una arritmia extrasistólica ventricular (Ver anexo), motivo por el cual fue sometido a una angioplastia para desbloquear sus arterias coronarias. La intervención le causó un “infarto de cara inferior”, lo cual obligó a los médicos a administrarle la dosis más alta de medicación antitrombótica, según consta en el informe del Dr. Waldo Fernández Durán, en el siguiente Anexo.
El ensañamiento de la prensa -que por ignorancia le da tratamiento de preso o sentenciado- no se hizo esperar. Las paredes de la San Pablo se remecieron ante el estigma y Valdez fue retornado prematuramente a la enfermería del Penal Castro Castro a dos semanas de su intervención. Pese a la delicada convalecencia de Valdez y a la solicitud de la defensa para variar el mandato de detención por el de arresto domiciliario, las autoridades judiciales a cargo no establecieron -ni por principio de humanidad- una medida que le permita al procesado tener el control médico correspondiente para salvaguardar su salud, y en el mes de marzo Valdez fue trasladado a Pucallpa para asistir al proceso que tiene abierto en esa ciudad, y como era de esperarse, volvió a sufrir una angina de pecho, esta vez acompañada de un cuadro de hipertensión arterial, cardiopatía coronaria e hipertrofia prostática, según consta en la Historia Clínica del 28 de marzo de 2009, (Ver Anexo) día en que fue ingresado de emergencia en el Hospital de Essalud de Pucallpa.
¿Por qué urge una visión humanitaria en el proceso?
Su internamiento en el Hospital de Essalud de Pucallpa duró 18 días y la conclusión elaborada por la Junta Médica es categórica y contradictoria al mismo tiempo, por su alarmante pasividad. El informe dictamina: “Paciente coronario crónico con angina inestable (…) en condiciones de ser manejado extrahospitalariamente” y en hoja siguiente detallan todas las recomendaciones que ponen en evidencia la gravedad de su situación: “garantizar un tratamiento establecido y supervisado, equipo médico de emergencia permanente, características adecuadas de habitabilidad (menor a 25º), control cardiovascular por la especialidad de cardiología y transferencia inmediata a centro hospitalario en caso de descompensación” (Ver anexo) Preguntamos: ¿Usted dejaría a su padre, madre o hermano que salga del hospital en esas condiciones?
Al día siguiente, de manera inmediata, el médico internista que atendió desde el primer día a Valdez Villacorta, Dr. Angel López Zevallos, observa una contradicción en el informe de la Junta Médica pues “concluye que el paciente puede ser manejado extrahospitalariamente en condiciones que sólo pueden cumplirse intrahospitalariamente, lo cual es contradictorio” (Ver anexo). Basta el sentido común para comprender que el estado de salud del paciente Valdez requería de un cuidado intrahospitalario que no se llevó a cabo.
Muestra del trajín que llevó el ex alcalde mientras duró su hospitalización es la impactante cantidad de medicamentos que se le administraron casi de manera simultánea –una o dos veces al día-: Enoxeparina (previene coágulos de sangre dañinos en los vasos sanguíneos), Isorbide (evita ataques de angina de pecho), Carvedilol (previene fallos cardíacos), Atorviastanina (reduce el nivel de colesterol), Clopidrogel (reduce la posibilidad de ataque al corazón o embolia), Omnic (relaja la musculatura de la próstata permitiendo la micción), Sinemet (trata el mal de Parkinson), Alprazolam (trata los trasntornos de ansiedad y ataques de pánico) y finalmente Dormex (tranquilizante). (Ver anexo, Kardex de Enfermería). Hoy, Valdez Villacorta se mantiene tomando de diez a doce medicamentos al día y como es lógico, olvida o confunde los medicamentos porque él es su propio enfermero, nadie lo asiste en prisión. Está recluido en una celda de 2 x 2, sin atención médica ni equipo de resucitación adecuado. El Certificado Médico Legal Nº 067226-V de 06 de octubre del 2009 concluye que el Centro Médico del Penal Castro Castro “no está preparado para atender de forma adecuada un paro cardiaco, debido a que no se cuenta con los aparatos médicos necesarios ni el personal médico pertinente”(Ver anexo).


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